Mala coordinación.
Marcha inestable o con los pies muy separados.
Equilibrio reducido.
Dificultad con tareas de motricidad fina, como comer, escribir o abotonarse una camisa.
Cambios en el habla.
Movimientos involuntarios de los ojos hacia adelante y hacia atrás (nistagmo)
Dificultad para tragar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario